Cualquier similitud con la realidad no es pura coincidencia: La vida deportiva y profesional del periodista de TN Sebastián Domenech se parece mucho a la de Luis Ventura. Los dos fueron futbolistas en cuadros del ascenso pero no llegaron a triunfar en la primera división, los dos se destacaron luego como periodistas y ambos, finalmente, abrazaron la vocación de directores técnicos.

Domenech contó su historia al diario deportivo Olé. Fanático de Estudiantes de la Plata y de Juan Sebastián Verón, emblema Pincha y actual presidente del club, es nacido en el barrio porteño de Lugano y arrancó como futbolista haciendo las inferiores de Yupanqui, el equipo de la zona.

Más tarde pasó a Platense, donde tuvo partidos destacados y eso le permitió llegar a Banfield, pero una molesta y larga lesión lo relegó. De ahí fue a All Boys, más tarde recaló en Tristán Suárez y de allí siguió camino rumbo a Deportivo Riestra, donde vivió los momentos más “importantes” de su carrera, pues se consolidó como titular en primera. Tras un par de temporadas en el “blanquinegro” del bajo Flores se despidió en Lugano, de la primera D. “Cerquita de casa” contó él.

“Siempre fui defensor, un poco por mi altura” se describió Domenech, para luego asegurar que “a veces me ponían de marcador central, de 6, pero yo jugaba mejor marcando una punta. Mi referente era José Chamot. Pienso que me podría haber ido bien, pero esa osteocondritis en la rodilla me jugó en contra”, se lamentó. “En Riestra descendimos, y en la D metí un par de goles. Incluso, en Youtube hay un video de uno que le hice a Centro Español” contó.

Dueño de un tono de voz agudo y muy particular, Domenech hizo el curso de director técnico y desea, alguna vez, tomar las riendas de algún plantel profesional, algo que ya hicieron otros periodistas. El relator deportivo Rodolfo De Paoli fue el último, en Nueva Chicago. El pionero fue Pepe Peña, el papá de Fernando, que llegó a dirigir a Huracán, nada más y nada menos. Y el caso más renombrado y conocido es el de Luis Ventura, de ruidosos pasos por El Porvenir y por Victoriano Arenas, donde continúa. / Revista Paparazzi