El duro descargo de Paulo Londra contra sus productores
Después de meses de rumores, el trapero Paulo Londra puso blanco sobre negro y confirmó su separación artística el colombiano Daniel Oviedo, conocido como Ovy on the drums, y el puertorriqueño Cristian Salazar, conocido en el ambiente como Kristo, mandamás del sello discográfico Big Ligas. Además de la traición y las amenazas, el conflicto está relacionado con los derechos de autoría de algunas de sus canciones.
A través de un comunicado, el trapero cordobés explica que en los últimos meses ha estado transitando una tortuosa desvinculación con su disquera. “Paulo, quien está deseoso por volver a estar cerca de sus fans, se mantiene confiado en que su verdad prevalecerá. Por respeto a ellos y a todos los que de alguna manera apoyaron y apoyan su carrera, ha querido romper el silencio y contar su verdad”, arranca el documento de prensa.
“Confié en ellos, rechacé otros contratos porque decían que no eran lo mejor para mí. Estaba entusiasmado, pensé que todo lo mejor posible estaba por venir. Les dije que nos llamemos ‘Big Ligas’, porque vamos a crecer tanto independientemente que nos van a admirar”, afirmó el intérprete de “Nena maldición”, “Cuando te besé” junto a Becky G y “Adan y Eva”.
“Uno de los tantos días en donde dormía en la habitación de Ovy, que era donde grabábamos, Kristo dijo al otro día tendríamos que hacer un video en donde nos mostremos como un equipo fuerte. Más aún era mi confianza en ellos, gritando siempre ‘Big Ligas’ y Kristo y Ovy en todos mis temas porque me pedían que lo hiciera. Al otro día, Kristo vino con unas fotocopias, una lapicera cara y un filmaker, y me dijo que íbamos a hacer un video para subir a las redes, y entonces nos hizo ponernos de espalda y me dijo que firme unas fotocopias mientras nos filmaban, pensé que era un simple video y nunca pensé que eso fuese un contrato el cual hagan valer de esa forma tan engañosa”, explicó Londra. “Luego de hacer el video me dijeron que mire las hojas y que mañana íbamos a tener una charla con los abogados Stephanie Chopurian y Matt Greenberg y yo, solo en Colombia. Sin ningún amigo en verdad, no entendía que había hecho”.
“Esa noche Ovy, quien se había ganado mi confianza como nadie, me dijo que eso que firmé no valía nada, si yo estaba disconforme, ese papel se podía romper o revisar en cualquier momento, y de la forma en que me lo dijo y en el contexto que estaba, no me quedo más que creerle. Al otro día, se presentaron por videollamada Stephanie Chopurian y Matt Greenberg y me explicaron sobre números que nunca entendí y sobre un contrato que es difícil de entender hasta para un abogado. La explicación fue tan corta que solo duró una media hora, no podía y no quería aceptar que me habían hecho firmar algo sin ver, sin un letrado a mi lado, y sin posibilidad de analizarlo con alguien cercano mío”, relató sobre el engaño que le hicieron sus productores.
“Volví a casa diciendo que firmé un contrato el cual meses después enviaron copia. No quería decepcionar a nadie mostrando mis miedos y disconformidades y solo seguí y avancé y, como siempre saqué las mejores rimas de mi para dejar en claro que puedo. Tuve éxito con Condenado para el millón, con Nena maldición, con Dímelo, con Chica paranormal, etc. Hasta que hice Adan y Eva. Y me dijeron que lo mejor era hacer un trato con una disquera con semejante canción. Pensé que sería romper con lo que estábamos haciendo que era ser independientes. La canción fue lanzada y pasando el tiempo me hablaron de una oferta de álbum. También dudaba… No estaba seguro de aceptar pero me acuerdo estar en México, a horas de mi primer show allá, y Kristo llamándome por teléfono diciéndome que iban a haber complicaciones si no aceptábamos el álbum con Warner Music”.
“Esa vez mi paciencia se estalló, habían dicho que íbamos a modificar los términos de nuestro acuerdo por los cuales yo no estaba conforme. Eso no sucedió y me querían hacer firmar un nuevo acuerdo. No pasó mucho tiempo, que Matt Greenberg envió una carta de intimidación a mí y mi padre (un abogado que supuestamente velaba por mi), en donde nos mostró la verdadera cara del contrato que firmé con Ovy y Kristo, en donde no era un verdadero socio/artista. La carta de Matt Greenberg decía que me podía perjudicar por todo lo que haga perder a la empresa, y que debería firmar sino podía tener graves consecuencias económicas. En ese momento me di cuenta que no éramos un equipo.Y nuevamente no me quedo más que agachar la cabeza por la amenaza que me hizo, supuestamente mi propio abogado Matt Greenberg, y aceptar el trato que se haga con Warner”, según publica Exitoína.
“Entregué canciones y videos a tiempo, y luego Ovy diciéndome de cuánta autoría le daríamos a Kristo, y yo sin entender por qué darle autoría de una canción en la cual yo escribía y Ovy hacía la música. Ya estaba cansado, me sentía burlado por dos que siempre se complotaban para que mi opinión no cuente, y tuve que pedir ayuda. Ni siquiera en la canción con Ed Sheeran logré puntos de autoría correspondientes. Kristo y Ovy se agregaron puntos de esta canción, siendo que no hicieron el beat ni mi letra. Lo único que querían era estar entre cualquier acercamiento de Ed Sheeran a mí para bloquearme e impulsar sus propias carreras. Siempre querían aparecer en los vídeos, siempre me decían qué decir, yo no podía decidir nada. Ellos se ponían delante mío y recibían todo de otros artistas otras propuestas y a mi nada me llegaba ni me enteraba, o solo me enteraba lo que ellos querían, fue muy frustrante.
Aun así de sentirme tan frustrado lo único que me mantenía de pie era el apoyo de los que me escuchaban y me alentaban, entonces nunca me doblé más y siempre cumplí con mis responsabilidades y di lo mejor de mí”, cerró Paulo Londra su comunicado.
Recordemos que Ovy on the Drums grabó recientemente la canción “Ya no me llames” junto a Tini Stoessel.