La Voz Argentina: en el último día de audiciones a ciegas, los coaches terminaron de formar sus equipos

28 de julio de 2021


Las audiciones a ciegas, el diferencial por excelencia de La Voz Argentina, llegaron a su fin. Este martes, los coaches terminaron de armar los equipos con los que darán batalla en las siguientes instancias que los separan de su objetivo: quedarse con el gran premio.

 

El primero de los aspirantes de la noche fue Maximiliano Zarza, un rosarino de 35 años que contó que comenzó a amar el canto en la primaria, cuando empezó a formar parte del coro de su escuela. Antes de presentarse ante Soledad Pastorutti, Lali Espósito y Ricky, Mau y Ricardo Montaner, el concursante reveló que, de poder elegir, su primera opción era pertenecer al equipo de los hermanos venezolanos.

Para su audición, Zarza eligió “Una calle nos separa”, la canción interpretada por Leo Dan que fue versionada en clave de cumbia por Néstor en Bloque décadas después de su estreno.

 

Las audiciones a ciegas, el diferencial por excelencia de La Voz Argentina, llegaron a su fin. Este martes, los coaches terminaron de armar los equipos con los que darán batalla en las siguientes instancias que los separan de su objetivo: quedarse con el gran premio.

 

El primero de los aspirantes de la noche fue Maximiliano Zarza, un rosarino de 35 años que contó que comenzó a amar el canto en la primaria, cuando empezó a formar parte del coro de su escuela. Antes de presentarse ante Soledad Pastorutti, Lali Espósito y Ricky, Mau y Ricardo Montaner, el concursante reveló que, de poder elegir, su primera opción era pertenecer al equipo de los hermanos venezolanos.

 

Para su audición, Zarza eligió “Una calle nos separa”, la canción interpretada por Leo Dan que fue versionada en clave de cumbia por Néstor en Bloque décadas después de su estreno.

 

“La rompiste” y “¡qué buen final!” fueron las frases con las que los coaches festejaron su performance. Sin embargo, ninguno de los cinco hizo girar su butaca. Con lágrimas en los ojos, el participante expresó: “Yo ya gané al estar acá, cantando adelante de ustedes. Esta canción se la dedico a mi hermano, que lo perdí hace 10 días por el Covid. También a mi vieja y a mi otro hermano, que está en Barcelona. Soy gracias a ellos, y estoy agradecido de estar acá”.

Luego, llegó el turno de Camila Pereyra, una chica de 18 años con muy poca experiencia sobre los escenarios, pero sí en el mundo virtual. La joven de Olavarría cantó “A primera vista”, el tema del brasileño Chico Cesar que Pedro Aznar versionó en castellano.

 

Al escucharla, los primeros en girar sus butacas fueron Mau y Ricky. Le siguieron Soledad, Ricardo Montaner y -por último- Lali. Después de escuchar los argumentos de los jefes de los cuatro equipos, notablemente emocionada, Pereyra terminó eligiendo al autor de “Déjame llorar”. De esta manera, Ricardo Montaner se convirtió en el primero en completar su equipo, de cara a las siguientes instancias de la competencia.

Johana Vera, también de 18 años, fue la siguiente postulante. Desde los 14, junto a su hermano que es dos años mayor, formó el dúo Sol y Luna; y fue él quien le enseñó a tocar la guitarra cuando eran niños.

 

La adolescente de Las Lajitas, La Rioja, también eligió un tema de autoría brasileña: “Tocando al frente”, de Almir Soter y Renato Teiaxeia, una canción que forma parte del repertorio de La Sole.

 

Justamente, fue ella la única que giró su butaca. Y para festejar que, con la incorporación de Johana, también había cerrado la conformación de su equipo, Pastorutti cantó a dúo el tema con su nueva pupila.

 

Llegó el turno, después, de María Belén Eichemberger, de San Lorenzo, Santa Fe. La postulante contó que -desde siempre- soñaba con cantar, pero que la enfermedad de su madre, primero, y las obligaciones de la vida adulta, después, la alejaron de su sueño. Quien la inscribió en el casting de La Voz Argentina fue su hija, Martina, casi a escondidas.

Eichemberger brindó una versión de “Corazón hambriento”, la canción de India Martínez y Abel Pintos, pero no logró que ninguno de los coaches giraran su butaca.

 

“Me presento a castings desde que tengo 10 años y nunca me eligieron. Esta es la primera vez”, contó Camila Depietro, en su presentación. La joven de 20 años, oriunda de Ramos Mejía, explicó que, pasara lo que pasara en su audición, iba a considerar esta experiencia como el primer paso de su carrera.

Depietro eligió cantar la versión en castellano de “Warrior”, de Demi Lovato. Su performance convenció a los tres más jóvenes, y la emoción fue tal que -cuando Lali, Mau y Ricky giraron sus sillas- la participante pareció perder por unos segundos el dominio de la situación. Pero rápidamente se repuso y siguió, mientras la protagonista de “Esperanza mía” la arengaba.

 

Una vez que el tema terminó, Camila rompió en llanto. “Me emocionó mucho. No me lo esperaba”, se disculpó, antes de que Lali le propusiera un ejercicio de respiración para tranquilizarse. La estrategia de la cantante de “Laligera” surtió efecto y la participante se convirtió en la última adquisición de su team.

 

Al final de la noche, los únicos que no habían completado su equipo eran Mau y Ricky. Sin saber que corría en desventaja, porque tenía una posibilidad de cuatro de ser elegido, salió a escena Facundo Giovos, un cordobés de 26 años.

Mientras entonaba el clásico de Juan Luis Guerra, “Bachata rosa”, los jefes de los otros tres equipos trataron de convencer al dúo de que diera vuelta sus butacas. La más eufórica era Lali, que bailaba en su lugar.

 

Finalmente, los hermanos Montaner decidieron que la de Giovos era la voz que necesitaban para completar su equipo. Pero, de todos modos, no fueron ellos los protagonistas del segmento: al ver al participante, Espósito se “enamoró” a primera vista y el muchacho retribuyó sus halagos con una serenata. / La Nación

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